Coche de renting VS coche de suscripción

Hoy en día tendemos a no hacer de la propiedad de un vehículo una prioridad. Esto significa que cada vez hay menos propietarios de coches. Este hecho se ve favorecido por la existencia de otras alternativas a la compra como el leasing o, como en este caso, un coche de suscripción.

Se trata de un concepto muy nuevo y está muy relacionado con algunas marcas de coches eléctricos. Con condiciones flexibles, esta opción de "coche a la carta" se adapta mejor a las fluctuaciones en las necesidades de los clientes.

¿Cómo funciona?

Es un vehículo sujeto a un contrato de características especiales. El conductor paga una cuota mensual a cambio del uso del coche mientras se mantenga este pago.

Esta tarifa incluye una serie de ventajas, como el mantenimiento, las posibles reparaciones e ITV.

 

subscription car

Ventajas de esta modalidad

La principal ventaja de un coche de suscripción es no tener que preocuparse del proceso de compra. Con la suscripción, el cliente se registra online, selecciona el periodo de uso y el rango de kilómetros que considera oportuno. Posteriormente, recibe el coche en su casa y empieza a disfrutarlo. Los únicos costes asociados son el combustible, los peajes y las multas.

Diferencias con el renting

Aunque puedan parecer servicios similares, tienen algunas diferencias.

La diferencia principalEl coche de suscripción no puede estar asociado a una actividad empresarial -para esto, el renting es perfecto-, ya que es un servicio para particulares.

Duración de los contratos: En el caso del renting, suele ser de entre uno y cinco años, mientras que en el caso de un coche de suscripción, no hay permanencia. Es posible devolver el coche y dejar de pagar el servicio, por ejemplo, después de un mes de uso.

Precio: Como se suele decir, el tiempo es oro. Cuando se suscribe un contrato de renting, la relación entre la empresa y el cliente es de varios años, por lo que la primera se asegura unos ingresos durante todo ese tiempo. En cambio, en el caso de la suscripción, las relaciones contractuales son cortas. Por eso, por regla general, el precio del renting es más bajo que el de los coches de suscripción

A diferencia del renting, este tipo de operación no tiene pago inicial ni final.

Penalización: Esta es una diferencia importante: en la suscripción, el cliente puede cancelar tranquilamente el contrato si en cualquier momento desaparece la necesidad que le llevó a firmarlo, sin tener que pagar ninguna penalización. El cliente puede disfrutar del coche mes a mes y cancelarlo cuando quiera.

Similitudes con el alquiler

Vehículo siempre nuevo: El renting es una gran opción para rejuvenecer el panorama en las carreteras del país.

Los contratos de renting suelen tener una duración de entre dos y cinco años, generalmente con el mismo vehículo. En el caso de la suscripción, una de las grandes ventajas es que permiten cambiar de modelo siempre que se necesite. Una vez transcurrido el periodo inicialmente contratado, el cliente puede realizar otro contrato para un nuevo vehículo. Esta es la mejor manera de tener siempre un coche nuevo. Además, con el aumento del número de vehículos eléctricos y las mejoras que se esperan en los próximos años, el poder cambiar de vehículo te permitirá tener todas las últimas innovaciones tecnológicas.

Cuota fija: Esta es la gran ventaja de todos los tipos de renting. Permite tener el control de los gastos y así ahorrarse los inconvenientes que pueden surgir al tener un vehículo en propiedad. Aunque a la hora de comprar un coche lo que se tiene en cuenta es el precio de compra, lo cierto es que hay multitud de gastos que incrementan la factura del coste de tener un coche. El seguro, el mantenimiento, los impuestos, la ITV, etc. son algunos de los gastos que hay que tener en cuenta a la hora de hacer el balance final. 

Cuando se adquiere un vehículo por renting, los pagos son fijos e inamovibles. En el momento de la firma del contrato, se estipula la cuota mensual a pagar durante toda la relación entre el cliente y la empresa. No hay más gastos.

Sin la propiedad del vehículo: Es habitual que cuando una persona se dispone a comprar un vehículo venda el que ya tiene. El dinero obtenido puede servir para pagar parte del coste de la nueva compra o, por ejemplo, para aportar la cuota inicial de la financiación. Esto desaparece en cualquier tipo de renting, ya que el cliente nunca es propietario del vehículo que ha contratado. Siempre pertenece a la empresa, por lo que al finalizar el renting, el vehículo será recuperado por la empresa sin recibir nada a cambio

Kilometraje máximo: Aunque la suscripción y el renting permiten al cliente utilizar el coche como si fuera suyo, también tienen algunas limitaciones. Éstas existen para garantizar el buen uso del vehículo y evitar comportamientos abusivos. Normalmente, el contrato de leasing incluye un número máximo de kilómetros al mes. Superar este kilometraje puede suponer un coste adicional. Esto, en principio, no es un gran inconveniente, ya que la mayoría de los interesados en la suscripción no tienen intención de hacer más kilómetros de los que se suelen ofrecer.

¿Y si lo comparamos con un coche de alquiler?

En realidad, con un coche de alquiler normal y de corta duración, ya sea para unas vacaciones, un viaje o un momento puntual por una avería del coche, por ejemplo, no es comparable.

Son dos tipos de servicios completamente diferentes, aunque no lo parezca.

Un coche de alquiler vacacional, como en la mayoría de nuestros casos, rara vez dura más de dos semanas. No se encontrará una suscripción de esa duración. Lo que sí es probable encontrar, sin embargo, son coches que se utilizan habitualmente para este modelo de negocio, ya que hay empresas de alquiler de vehículos que los utilizan para abastecer sus flotas.

 

 

 

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